miércoles, 5 de junio de 2024

¿Tuve un mal Padre o fui un mal hijo?

De niño, viví en la hacienda de mis abuelos, un vasto terreno donde se alzaban cuatro casas de tamaño regular, todas rodeadas por un amplio patio lleno de árboles, arbustos y animales. Las noches eran frescas; mis abuelos y mi madre sacaban las mecedoras para gozar del paisaje, mientras yo jugaba en la tierra con mis peluches o los juguetes que me obsequiaban.

De mis primeras memorias de cuando tenía 4 años, una noche que me desperté a las 8 o 9 de la noche, recuerdo haber visto a mis papás preparando algo en la cocina, veía a mi Padre colocando químicos en una mesa mientras calentaba vaselina en un recipiente, mi Madre le pasaba los químicos que le pedían, era un proceso largo, pero me entretenía mucho al verlos juntos trabajando y esforzándose.

Ellos me decían que me volviera a dormir. 

Al terminar ese proceso, mi Padre se sentaba frente a una mesa a empezar a vaciar el contenido de lo que habían preparado en unos frascos de plástico, mi Madre le seguía ayudando acomodando los frascos en la mesa, ordenados en filas largas, así hasta terminar.

A la mañana siguiente, mi Padre madrugaba para cerrar los frascos con sus respectivas tapas, y empezaba a meterlos a una maleta y una mochila para irse a su trabajo con todo eso cargado; tiempo después entendí que el vendía cremas corporales en su trabajo, que a pesar de trabajar en una empresa muy reconocida y de que tenía un buen puesto con oficina personal, el luchaba por conseguir dinero para solventar a su familia...

O al menos eso pensaba cuando era niño, ya que al crecer te das cuenta de muchas cosas que hicieron tus papás por ti.


Cuando mi Padre llegaba de su trabajo, por la noche, lo hacía siempre borracho, se había gastado todo lo que ganó en ese día, en alcohol. era una conducta que se me hacia "normal" en ese entonces, pensaba que todos los papás llegaban borrachos a sus casas.

llegué a pensar que éramos ricos, y que teníamos mucho dinero. En una ocasión cuando era as grande, unos 8 años de edad, les invité gelatinas a mis compañeros de la escuela, ellos me agradecieron. En sus pláticas mencionaban lo que hacían sus papás, y que los llevaban de vacaciones a una playa, o a algún río, o a un rancho, o a cualquier otra parte, y me ilusionaba pensando que el mío nos llevaría de vacaciones ese año, porque se supone que todos los papás hacen lo mismo por su familia.

Mi Padre seguía preparando las cremas, empacarlas, llevarlas a su trabajo, regresar con las maletas vacías, borracho. Sin dinero. Fue triste entenderlo.

Le pregunté que cuando iríamos de vacaciones, el siempre decía: "Ahora en navidad", y me ilusionaba mas. Llegaba esa navidad y nunca nos sacaba ni siguiera a pasear.

Llegaba el momento de ir con los abuelos, los de mi Padre, mismo que nunca estaba, mi Madre se esforzaba por llevarnos a visitarlos por la reunión de cena de navidad, mis tíos nos dejaban regalos debajo del pino, todos tenían nombre de parte de quien era, habían suficientes regalos como para que mis primos, mis hermanos y yo alcanzáramos hasta 5 cada uno, pero los regalos de mi padre nunca aparecían. Él siempre llegaba tarde, cerca de la medianoche, ebrio como era su costumbre. Continuaba bebiendo con mis tíos, bailando, cenando, celebrando. Sin embargo, siempre lo hacía con las manos vacías. Esto continuó durante los siguientes seis años, hasta que crecí lo suficiente para darme cuenta y entender muchas cosas.

Siempre trabajo para sí mismo, siempre hizo dinero para sí mismo, pero nunca hizo ni el mínimo esfuerzo por enseñarme el valor del trabajo ni del dinero. Ahora que lo pienso, después de mis 13 años no me transmitió ninguna enseñanza, lo que me obligó a ser autodidacta. Nunca recibí regalos de su parte, tuve que trabajar para comprar mi propio material en la secundaria, tuve que pagar mis propios estudios en la preparatoria. Tuve que pagar mi propia carrera en la universidad e inclusive comprarme mis propios libros.

Jamás celebró mis éxitos.

Tampoco me felicitó en mis cumpleaños.

Nunca me brindó un abrazo ni me ofreció palabras de aliento cuando más las necesitaba.

Siempre me sentí aislado.

Y  aún así, después de mucho tiempo, ya cuando fui mas grande, independiente, y con muchas metas cumplidas me preguntó: "¿Porqué no me respetas?"


miércoles, 3 de abril de 2024

¿Un Padre tiene derecho a descansar?

En el silencio de la noche, cuando las estrellas comienzan a parpadear y el mundo parece tomar un respiro, hay quienes aún siguen en pie. Un padre, con el peso del día a cuestas, continúa su labor en el hogar, no por obligación, sino por amor y dedicación a su familia.

A pesar del cansancio que le consume, sabe que sus acciones hablan más fuerte que sus palabras, es por eso que a pesar de que trabaja de 8 a 12 horas diarias para sostener a su familia, llega a casa y realiza arreglos, reparaciones o mantenimiento para economizar y destinar ese dinero a su familia.  En cada tarea que realiza, en cada momento que decide seguir adelante, está enseñando a sus hijos una lección invaluable: la del esfuerzo y la perseverancia.

Leí una parábola sobre un submarino hace años que me impactó profundamente, y quiero compartirles un resumen:

Manejar un submarino no es para cualquiera; los novatos no tienen "tiempo libre". Al ser reclutados, deben usar su tiempo libre para estudiar manuales, informarse sobre el funcionamiento de las máquinas o computadoras, resolver problemas y entrenar habilidades útiles en un submarino, ya que de ello depende la supervivencia de la tripulación en una emergencia real. Los más experimentados, incluso el capitán, pueden usar su tiempo libre para leer una revista o lo que deseen, pero continúan entrenando su cuerpo y mente para estar listos para cualquier contingencia.

Lo que quiero decir es que el padre debe seguir aprendiendo y compartiendo su conocimiento con sus hijos, al menos hasta que ellos adquieran suficiente conocimiento para manejar sus propios asuntos, resolver sus problemas y ser autosuficientes. Así, el "submarino" tiene menos probabilidades de fallar.

“Ser personas de provecho”, les dice, “no es solo alcanzar el éxito o acumular bienes, sino ser capaces de luchar por lo que es correcto, de mantenerse firmes ante la adversidad y de trabajar no solo por uno mismo, sino por el bienestar de los demás”.

Este padre, aunque agotado, es el pilar de su hogar, el núcleo que mantiene unida a la familia. Con cada gota de sudor y cada suspiro de fatiga, está cimentando el futuro de sus hijos, no con ladrillos, sino con valores y principios que perdurarán por siempre.

Y así, en la quietud de su hogar, este padre sigue trabajando, no solo construyendo un refugio físico, sino también un santuario de sabiduría y amor, donde sus hijos aprenderán a ser, más que personas exitosas, seres humanos íntegros y de gran valor.


Por lo tanto, un padre tiene derecho a descansar, cuando haya logrado sus objetivos, y así logrará trascender gracias a los valores que inculcó.



ATTE: El Padre Gershom

viernes, 22 de marzo de 2024

Bienvenidos a "De Papá a Padre"

La paternidad es una aventura que transforma, desafía y enriquece. No es solo un cambio de título, sino un cambio de vida. En este espacio, exploraremos juntos el viaje emocionante y a veces abrumador de ser padre. Desde las primeras etapas de la paternidad hasta los desafíos de criar adolescentes, “De Papá a Padre” es un blog dedicado a compartir experiencias, consejos y reflexiones sobre cómo navegar este camino vital.




Los temas que vamos a tratar en este blog abarcarán diferentes áreas de la vida, por mencionar algunos:

Finanzas para niños.
Relaciones de pareja.
Productividad para padres.
Cuidado cariñoso y sensible.
Educación y aprendizaje infantil.
Desarrollo personal y paternidad.
Historias y experiencias personales.


Gracias por acompañarnos en este viaje de “De Papá a Padre”. No olvides que cada día es una oportunidad para crecer y aprender juntos. Te invitamos a seguir explorando con nosotros en este largo pero vasto camino.

¡Nos vemos en el próximo post!

¿Tuve un mal Padre o fui un mal hijo?

De niño, viví en la hacienda de mis abuelos, un vasto terreno donde se alzaban cuatro casas de tamaño regular, todas rodeadas por un amplio ...